Sábado, 22 de junio
YO MI ME CONMIGO
Me he aficionado a tenderme en el diván y hablar y hablar de mí mismo. Debe ser cosa de la edad. Menos mal que mi psicoanalista habitual no suele cobrarme los honorarios. En caso contrario, me arruinaría. Pero este sábado ha tenido que ir sacándome las palabras como con sacacorchos.
–-¿Se considera un triunfador?
–-No.
––¿Se considera un fracasado?
––Por supuesto que no.
–-Su pareja ideal.
––Alguien que me admire. El doctor Watson, por ejemplo.
––De no vivir donde vive, ¿en qué lugar le gustaría vivir?
––En cualquiera que esté como máximo a una hora de distancia (en autobús) de Venecia, Nueva York, Nápoles, Lisboa, Burdeos, París, Roma y Oporto. De todos esos sitios a la vez, no de cada uno de ellos.
––Su restaurante favorito.
––La cocina de mi casa.
––¿Es coleccionista?
––Soy un coleccionista obsesivo.
––¿Qué colecciona?
––Muchas cosas. Escaleras, por ejemplo. La última que he incorporado a mi colección es la escalera oval del Palazzo Cini, en Venecia.
––¿A qué político no votaría nunca?
––A mí mismo. No valgo para eso.
––¿Lee mucho?
––Cada vez menos. Nunca más de uno o dos libros al día, pero hojeo y descarto bastantes más.
––¿Es hombre de muchos amigos?
––Solo en Facebook.
––Su mayor defecto.
––Quererme demasiado.
––Su mayor virtud.
––Quererme demasiado.
––Le gusta su trabajo.
––Me gustaba.
––¿Y eso?
––En el “templo de la inteligencia”, para decirlo con palabras de Unamuno, ahora reina el reglamentismo chusquero. Copia y pega, cumple las normas burocráticas a rajatabla, por absurdas que resulten, y deja cualquier atisbo de pensamiento crítico encima del piano.
––O sea, que se ha cansado de dar clases.
––De eso no me canso nunca, pero en la universidad las clases son lo que menos importa. Cuantas más clases des, más abajo estás en el escalafón y menos cobras.
––¿No estará aplicando una vez más la fábula de la zorra y las uvas ahora que, a punto de cumplir los setenta, le obligan a jubilarse?
––Algo de eso hay.
–-¿Se considera inteligente?
–-Sí, pero no en las cosas que verdaderamente importan.
–-¿Por ejemplo?
––En el amor. Ahí siempre me he comportado como un perfecto idiota.
–-¿Soporta bien la soledad?
–-No sé qué es eso. Incluso cuando estoy solo estoy lleno de gente.
––¿Le habría gustado tener hijos?
––A veces pienso que lo más me habría gustado es no tenerlos.
––¿Teme a la muerte?
––A la de la gente que quiero, no a la mía.
––¿Le gustaría ser inmortal?
––Solo en sentido figurado. Me gustaría que, dentro de cien, doscientos o dos mil años, se siguieran leyendo algunos de mis libros, alguien citara de pronto, en medio de una conversación, un verso mío, como yo ahora cito, por ejemplo, a Virgilio: “Iban oscuros en la noche sola”. Pero el largo sueño sin sueños de la nada no me asusta, lo considero superior a cualquier paraíso que pueda inventar el hombre.
––¿Cree en Dios?
–-No, pero es un comodín que me da mucho juego.
––¿Monárquico o republicano?
––Republicano sin prisas.
––¿Se considera un buen español?
––Entre los mejores.
––Parece que la modestia no es lo suyo.
–-En efecto, no es lo mío.
––¿Se considera entonces una persona vanidosa?
––Orgullosa, más bien. Los elogios que prefiero son los míos y no suelo concedérmelos con facilidad.
––¿Hay algo inconfesable en su pasado? ¿Algo que le avergonzaría que saliera a la luz?
––Por supuesto, pero lo he olvidado por completo.
––¿Le gustaría volver a enamorarse?
––Preferiría antes cualquier cosa, incluso una visita al dentista.
––¿Es un hombre religioso?
–-Mucho. Dios es el más eficaz de los placebos: no existe, pero hace milagros y ayuda a vivir.
––¿Cuál es la ciudad a la que más veces ha vuelto después de dejar de vivir en ella?
–-Avilés, pero nunca he dejado de vivir en ella.
––¿Se atrevería a definir en una palabra a los escritores que han salido de su tertulia?
–-No me ponga usted en un compromiso. Déjeme alguna palabra más.
–-Javier Almuzara.
––La banda sonora del entusiasmo.
––Xuan Bello.
––También la verdad se inventa.
––Lorenzo Oliván
––El pensador imaginario.
–-José Luis Piquero.
–-Cuchillo sin mango.
––Martín López-Vega.
––Ejem, ejem.
Domingo, 23 de junio
LO EXPLICA FREUD
“Es que tú –me dice un amigo– nunca tienes apuros de dinero, como no fumas ni vives…”
Quería decir, claro, “ni bebes”, pero ya habló Freud en su Psicopatología de la vida cotidiana de lo expresivos y certeros que pueden ser los lapsus linguae.
Lunes, 24 de junio
EL REGRESO DE ULISES
Anduve lejos.
Vuelvo y solo la lluvia
se alegra al verme.
Martes, 25 de junio
CINCO DISPARATES CINCO
En enero de este año, el equipo de gobierno del Ayuntamiento de Oviedo decidió convocar el premio internacional de poesía Ángel González, como continuación de los homenajes al poeta con motivo del décimo aniversario de su muerte. Estaba presupuestada la dotación y decidido el jurado: Esther García López, poeta y presidenta de la Asociación de Escritores de Asturias; Mario Vega, poeta y editor; Marta Magadán, editora; Aurelio González-Ovies, poeta; Yasmina Álvarez Menéndez, poeta.
Pero del premio nunca más se supo. Y yo me olvidé de él: no soy muy partidario de los premios, sobre todo si son municipales y espesos.
Hoy una mano anónima deja en mi buzón las cinco exigencias que, al parecer, la heredera del poeta puso al Ayuntamiento como condición previa para dar su consentimiento al premio:
"1. Limpiar mi nombre. Es decir, divulgar ampliamente y a nivel nacional lo que realmente ocurrió con la fallida Fundación y que explique Antonio Masip por qué eliminó algunos fragmentos fundamentales del testamento.
2. Anular la Fundación, o sea, que quede como si nunca se hubiera inscrito y así liberarme a mí de cualquier impedimento legal.
3. Dejar mi piso a mi nombre exclusivamente.
4. La devolución de los diez mil euros, con intereses, que aporté de mi bolsillo para la creación de la Fundación.
5. Que se me pida perdón públicamente, incluido Joaquín Sabina, que me llamó a mí y demás viudas literarias un cáncer”.
Llevo la hojita fotocopiada a la tertulia del Vetusta. “Qué mala es la gente. Alguien debería avisar a Susana Rivera de que andan circulando por Oviedo estos disparates que la dejan en tal mal lugar”, digo. “¿Pero estás seguro de que son apócrifos? Es su estilo”, me responden. “Estoy completamente seguro. Nadie en su sano juicio, a menos que esté decidido a perjudicar por cualquier medio la memoria de Ángel González y a hacer el mayor de los ridículos, puede poner como condición para que se cree un premio con su nombre exigencias de imposible cumplimiento porque escapan al ámbito municipal”.
Miércoles, 26 de junio
SOLO ANTE EL PELIGRO
Hoy no me hablo
y cruzo por mi lado
sin saludarme.
¿Quién me defiende
si me acorrala ahora
mi yo peor?
Pasen y vean
el combate del siglo:
yo contra mí.
Jueves, 27 de junio
MAMÁ, QUIERO SER ARTISTA
––¡Pero qué perra le ha entrado a este buen hombre con ser ministro! ¿Es que no se ha dado cuenta que mostrar por encima de todo la apetencia de cargos es veneno para la taquilla?
––Como siempre, ves la paja en el ojo ajeno y no la viga en el propio. ¿Qué te parece la burla de Borrell a sus electores? “¡Dejar de ser ministro para convertirme en un diputado de a pie! De ninguna manera. El ministerio no lo suelto si no es a cambio de un buen cargo en la Unión Europea”.
––Yo de Borrell no hablo. Voté a los socialistas en las municipales y en las autonómicas, pero no en las europeas. Ese señor, un imprevisible metepatas, no tenía otra misión que contentar al sector patriótico de los veteranos votantes de izquierdas. Lo de Pablo Iglesias es lo que me preocupa. O él es ministro, el primer ministro descamisado y descorbatado de la historia, o no hay gobierno, aunque se recoja lo principal del programa electoral de Podemos, aunque en las próximas elecciones pierda otro millón de votos, de los que unos pocos se irán al PSOE y a otros partidos de izquierda, pero la mayoría a la abstención, con lo que es muy posible que esta segunda vez sí que sumen las derechas. ¿Qué asesores tendrá este hombre? ¡Y yo que le creía tan listo! Deben ser de esos asesores que se limitan a repetir “sí, amado líder” a cada ocurrencia del jefe supremo. Y si es muy disparatada, consulta a las bases, que todo lo aplauden.
––Exageras.
---Ojalá. Pero sospecho que Pablo Iglesias, si él no forma parte del gobierno, se encuentra más a gusto con un Casado o un Rivera, rehenes de Abascal, que con Pedro Sánchez, el Abel de este Caín.
Viernes, 28 de junio
A LA VISTA
Echar el cierre de vez en cuando, retirarse del escrutinio público, resulta saludable. Yo suelo hacerlo por estas fechas, aunque más por costumbre que por necesidad: mostrarse abiertamente es la mejor manera de ocultarse, como en “La carta robada”, el cuento de Poe.
Nadie se fija en lo que está a la vista. Cuando más me desnudo en público, más me convierto en el hombre invisible.
[Posdata: Con esta entrega, la 44, termina un nuevo tomo de mi diario, Revelación de secretos, que hace el número 22. Durante julio y agosto, el diario echa el cierre, pero no mi colaboración dominical con El Comercio.][Otra posdata: Uno de los haikus de esta entrega creo que repite una idea que ya ha utilizado Juan Bonilla, no sé si en un poema largo o en un cuento corto.]