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Sin trampa ni cartón: Vuelve a nacer el mundo

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Sábado, 17 de septiembre
BECARIO EN PRÁCTICAS

Para gente tan torpe como yo en lo que de verdad importa, debería haber dos vidas: una como becario en prácticas y otra en la que aplicar lo aprendido.


Domingo, 18 de septiembre
DIARIO DE UNA VIDA BREVE

“Me extraña que no hayas hablado del Diario de una vida breve, de Juan Manuel Silvela Sangro. Le ha entusiasmado a Álvaro Valverde y a todos los críticos. Es un diario lleno de vida y literatura, muy en tu estilo”, me dice un amigo que se me acerca a la esquina del McDonald’s en Los Prados mientras tomo un café antes de ir al cine.
            Lo leí en una de las madrugadas neoyorquinas en casa del poeta Hilario Barrero, mi anfitrión favorito. El cambio de horario me hacía despertarme a las dos o las tres de la mañana y hasta las ocho no salía de casa. Como dormía en su biblioteca, tenía en qué entretenerme. Uno de los libros que leí entonces fue precisamente el Diario de una vida breve que ha reeditado en Pre-Texto mi amigo José Muñoz Millanes.
            El prólogo me gustó mucho. No cita a Walter Benjamin, no está lleno de notas (según su costumbre habitual) y contiene pasajes de espléndida literatura. Pensé dedicarle un comentario, sumarme al coro de elogios, que yo creía tan merecidos.
            Pero mejor que no lo haga. Esa edición tiene bastante de estafa. En letra pequeña, leemos en la portada: “selección y prefacio de José Muñoz Millanes”. Y un párrafo del prólogo sustituye a la habitual “nota a la edición”: “La necesidad de relanzar un libro valioso del que ya solo se encuentran algunos ejemplares en el mercado de segunda mano era mayor por la cantidad escandalosa de erratas de la edición de Prensa Española. Además, en esa edición se volcó prácticamente la totalidad de los manuscritos y nos ha parecido que el texto ganaría con una selección que resaltase sus virtudes, reducción a la que se presta por su carácter fragmentario”.
            Ni Antonio Lucas, ni Miguel Ángel Lama ni Álvaro Valverde ni ninguno de los panegiristas de esta edición tuvieron la curiosidad de hojear la edición anterior. Tiene 526 páginas; la de Pre-Textos, 238 y en letra mayor y con más páginas en blanco. La selección de Muñoz Millanes que “resalta las virtudes del libro” elimina dos terceras partes, más de trescientas páginas. ¿Puede haber un libro valioso en el que sobren la mayoría de las páginas? Yo lo dije a veces de los diarios de Trapiello, pero era una broma (que a él no le hizo ninguna gracia). Y por si fuera poco los cortes no se aplican solo a entradas completas, sino que de un largo párrafo se selecciona a veces solo una frase. ¿Tiene un editor derecho a hacer tal cosa y además sin informar de los cortes a los lectores? No, por supuesto. Ni siquiera si debajo del título figurara un subtítulo que indicara “selección” o “antología” para que ni los lectores más distraído –esos que suelen escribir las reseñas en los suplementos culturales– se llamara a engaño y pensara que había leído el diario de Silvela Sangro con las erratas corregidas (que no eran en número “escandaloso” ni mucho menos) y pequeños cortes que lo mejoran.
            Muñoz Millanes deja fuera muchos de los mejores pasajes del libro: sus impresiones de París, un viaje en tren desde Ginebra a Lausanne y Montreux (uno de mis trayectos preferidos), la estancia en los Cursos de Verano de la Universidad de Santander, minuciosos análisis de sus incipientes amores… Incomprensibles resultan la mayoría de los cortes, pero muy especialmente los que afectan al último día de cada año, donde el autor suele hacer una recapitulación. No parece que los haya hecho siquiera Muñoz Millanes sino alguien de la editorial que, ante el recorte de las subvenciones (la edición tiene una pequeña ayuda ministerial), decidió que no había dinero para un volumen de seiscientas páginas, sino para uno de doscientas. Y no habría nada que reprocharle a esa decisión, sino porque hábilmente se dio a entender que era la obra completa. Una estafa, ya digo.
            En el prólogo –admirable en todo, salvo en el párrafo sobre los criterios de edición–, afirma, como un reproche, que en la primera (y todavía única) edición “se volcó prácticamente la totalidad de los manuscritos”. Pero esos diarios son una obra literaria, concebida como tal por él autor, no quedaron incompletos ni sin corregir a la hora de su muerte. Los dio por finalizados en 1958 (no moriría hasta 1963). Decidir qué se publica y qué no de un diario ajeno es convertirse en censor o, en el mejor de los casos, en coautor, algo que no entra en las atribuciones de un editor.
            Pero aún hay más. Muñoz Millanes, que deja fuera cientos de páginas del libro, añade, sin señalarlo y sin indicar la procedencia, al menos un fragmento que no figura en la primera edición: la entrada del 19 de mayo de 1950.


Lunes, 19 de septiembre
CONFIDENCIAS

He llegado a no ilusionarme con nada ni con nadie y así he conseguido que nada ni nadie me vuelva a defraudar, pero no seguir defraudando.
            Muchas veces he creído perder la cabeza, pero al final siempre acababa encontrándola en su sitio habitual.
            La mujer de mi vida se casó con otro; tuve esa suerte.
           

Martes, 20 de septiembre
EL TEOREMA DE GÖDEL

El tiempo, que nunca se detiene, a veces se detiene a descansar. La lógica nos dice que cada días somos un poco más viejos, pero la sensación psicológica es otra. Tras cumplir los sesenta, llegué a una planicie de tiempo remansado en la que me encuentro muy a gusto. Con la curiosidad de siempre, pero menos propenso a perder la cabeza por cuestiones que eufemísticamente pudiéramos llamar “románticas”.
            Me gusta estar aquí, admirando la lenta, casi imperceptible, puesta de sol. De vez en cuando me siento sobre una piedra a contemplar el hondo valle y a filosofar un poco. He hecho muchas tonterías en la vida, supongo que como todo el mundo; lo que me sorprende es comprobar que detrás de casi todas ellas había un razonamiento incorrecto. ¡Y yo que siempre me he creído más listo que nadie!
            Se me ocurre pensar, un poco pedantescamente, muy en mi estilo, que los teoremas de la incompletitud de Gödel no se aplican solo en las matemáticas. Vienen a decir, si he entendido bien, que en todo sistema de axiomas hay proposiciones cuya verdad o falsedad no puede probarse a partir de esos axiomas.
            Uno, cuando está en una etapa de su vida, es incapaz de verse a sí mismo correctamente. Solo cuando pasamos a la etapa siguiente podemos juzgar la anterior.
            Ahora veo claro por qué tenían que acabar tan desdichadamente todas mis historias de amor, por qué tenía que pelearme con todos los amigos escritores que podían ayudarme en mi carrera literaria al formar parte del “club de las almendritas saladas”, como solía repetir, cuando no formaba parte de ese club pero soñaba día y noche con ello, cierto examigo.
            Hay proposiciones de un sistema que solo pueden explicarse desde otro sistema, todo lenguaje requiere un metalenguaje para ser analizado. El que soy analiza al que fui. Tarde, pero aprendo. No volveré a cometer los errores de ayer. Pero incurriré en otros, quizá peores. Eso ya lo sabré cuando abandone el plácido jardín de los sesenta. Ahora ya puedo jugar a ciertos juegos –pero un caballero, si es un caballero, no habla nunca de ciertos temas– sin riesgo de quemarme.


Miércoles, 21 de septiembre
BIENVENIDO

Pocas experiencias tan emocionantes como tener por primera vez en brazos a un recién nacido. Tuerce el gesto al pasar de los de su madre a los míos, pero entreabre luego los ojos, parece darme el visto bueno y sigue plácidamente durmiendo.
            Cuando un niño nace, no solo nace un niño: vuelve a nacer el mundo.
            Bienvenido, Martín López, bienvenido a este lado del paraíso. Aquí te aguardan Shakespeare y el Tah Mahal y los números enteros y los abismos del amor y Sherlock Holmes y las cataratas del Niágara y la biblioteca de Alejandría y la arena dorada del verano y las calles de Nueva York y los misterios de la física y Charlot y las aves del cielo y los goles de Iniesta o de Messi, toda la maravilla del mundo.
            Bienvenido, Martín López, bienvenido a este lado del paraíso. Hace dos días no existías y ya el mundo no se explica sin tu mínima, frágil, vulnerable, protectora presencia.


Jueves, 22 de septiembre
¿POR CUÁNTO TIEMPO?

Por ahora, todo va bien titula Andreu Martín sus memorias. El título procede de una frase de Steve McQueen en Los siete magníficos: “Me recuerda a un tipo de mi tierra que se cayó de un décimo piso. Mientras iba cayendo la gente de cada planta le oía decir: Por ahora, todo va bien”.
            Como él, como todos, estoy cayendo aceleradamente hacia el abismo, pero de momento, cuando me preguntan qué tal me va, respondo que por ahora todo bien.

Viernes, 23 de septiembre
IMAGINACIONES MÍAS

Me gusta imaginar que soy el rey de mundo, pero me gusta todavía más volver a la realidad y darme cuenta de que solo soy rey de mí mismo.




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