Sábado,
13 de mayo
AÚN NO
“El día es un mar hondo que hay que cruzar a
nado”, me repito con Borges cada mañana al levantarme. Sé que algún día me
faltarán las fuerzas. Pero todavía no. Todavía no.
Domingo,
14 de mayo
A
PARTIR DE CIERTA EDAD
“A partir de cierta edad —leo en Paul Léautauod—, la vida empieza a carecer de argumento”. No estoy yo muy seguro. Lo que ocurre es que somos los guionistas de nuestra propia vida y a partir de cierta edad nos convertimos en guionistas desganados y rutinarios.
Lunes,
15 de mayo
YO,
COMISARIO
“¿Así que andas por ahí intrigando para que te
nombren comisario de la exposición que se va a dedicar a Carlos Bousoño con
motivo de su centenario? ¡Y luego presumes de estar al margen de prebendas
institucionales!”, se burla por teléfono un amigo.
Pobre
Bousoño. Los escritores a su muerte suelen entrar en el purgatorio antes de
pasar, los menos, a la gloria de los manuales e ingresar la mayoría en el
infierno del olvido. A él ese paso le tocó antes, bastante antes. Qué rápido se
apolillaron sus versos y sus teorías críticas. Yo, tan injusto y tan radical
siempre, pronto dejé de admirarle para más bien ridiculizarle. No me extraña
nada la respuesta de Ruth Bousoño cuando oyó pronunciar mi nombre.
El
director de la Biblioteca de Asturias me contó que, a finales de año, pensaba
dedicarle una exposición a Carlos Bousoño y que prefería que el comisario
viviera en Asturias, para mejor coordinarse. La nostalgia de aquellos años
setenta en que asistía a sus clases y tanto le citaba, además de una cierta
mala conciencia, me hizo decir: “Yo podría encargarme de ella, sería una buena
ocasión de separar lo valioso de su obra de los pegotes posteriores con que él
mismo fue estropeándola, pero la viuda ni siquiera quiere oír hablar de mí”.
“Se lo propondré en cualquier caso”, me respondió.
Esas
fueron mis intrigas de las que se burla Abelardo. Se lo cuento al director.
“Pues no sé cómo lo sabe porque yo no he hablado de esto con nadie. Es cierto,
como tú suponías, que no me dejó ni terminar de decir tu nombre. Gritó un ‘no’
tan rotundo que creo que retumbó en toda la biblioteca. El comisario va a ser
un catedrático de Castellón que ya publicó un libro sobre Bousoño en el RIDEA”.
“De buena me he librado”, pienso yo. Seguro que también lo piensa ella. Y parece que le gusta propalar su victoria a los cuatro vientos.
Martes,
16 de mayo
EL RUDO
CAÑÓN RETUMBA
Una antología de Las peores poesías de la
lengua española, encontrada al azar, me sugiere la idea de comentar algunos
malos poemas célebres en la tertulia de mañana. Es una antología que carece de autor y está hecha sin
rigor ninguno. Se atreve a incluir entre los peores poemas a un maravilloso
soneto de Sor Juana: “Esta tarde, mi bien, cuando te hablaba, / como en tu
rostro y tus acciones vía, / que con palabras no te persuadía, / que el corazón
me vieses deseaba”.
Encontrar los peores poemas es tan
difícil como encontrar los mejores, o quizá más: es mayor la competencia. Pero
lo que no hay duda es que en ninguna selección de los peores dejaría de figurar
la famosa oda de Bernardo López García: “Oigo, patria, tu aflicción / y escucho
el triste concierto / que forman tocando a muerto / la campana y el cañón”.
Parece que Josep Borrell ha
propuesto que en la próxima visita de Zelenski a Bruselas para exigir
imperativamente más armamento todos los parlamentarios se pongan en pie y,
llevándose la mano al corazón, canten ese poema, adaptado para la ocasión creo
que por Javier Cercas: “Y van roncas las mujeres / empujando los cañones; / al pie de libres
pendones / el grito de ¡Patria! zumba, / y el rudo cañón retumba / y el vil
invasor se aterra / y al suelo le falta tierra / para cubrir tanta tumba”. El
estribillo pone lágrimas en los ojos de todos: “Mártires de la lealtad / que
del honor al arrullo, / fuisteis de la Patria orgullo / y honra de la
Humanidad, / en la tumba descansad. / Que este parlamento entero / jura con
rostro altanero / que hasta que Europa sucumba / no pisará vuestra tumba / la
planta del extranjero”.
Miércoles,
17 de mayo
EN LA
TERTULIA
—Pero
es que para ti cualquiera que no piense como tú es simplemente que no piensa,
me reprochan en la tertulia de los miércoles.
—No, Cereijo, no. Hay gente que no
piensa como yo, en política, en literatura o en lo que sea, y gente que
simplemente no piensa. Y no hace falta entrar en la escandalera de Twitter o de
cualquier otra red social para darse cuenta. Basta echar una mirada cada mañana
a los periódicos de siempre, a los periódicos serios, a los que presumen de
rigor informativo. Primero fue lo de la ley del “solo sí es sí”. Durante un tiempo,
nos desayunábamos cada mañana con la lista de violadores o de delincuentes
sexuales que habían salido de la cárcel o habían visto reducida su pena gracias
a esa ley. Y de pronto dejó de hablarse de ello porque era más rentable
electoralmente que el rebaño se alborotara con otra cosa: los terroristas que
van en las listas de un partido político que ha apoyado alguna ley de Pedro
Sánchez.
—No hagas trampas, Martín, no me
seas demagogo. Te recuerdo que la llamada “ley del solo sí es sí”, a pesar de
la resistencia de los socios del gobierno a hacerlo, fue corregida en el
parlamento gracias al apoyo de los populares.
—Y yo te recuerdo, amigo Rodríguez
Rodero, que ese cambio de la ley no tiene efectos retroactivos. Que el
demagógico aumento de las penas, que ya eran lo suficientemente alta, solo se
aplican a quienes delincan después de aprobada esa reforma. O sea que sigue
habiendo rebajas de penas, si los jueces —mayoritariamente conservadores—
continúan aplicando la ley del sí a sí tal como la aplicaban, pero eso ya no aparece
en los periódicos y por lo tanto no escandaliza a nadie. Pero las mayores
manipulaciones no se dan cuando la derecha mediática quiere arrinconar a la
izquierda pusilánime, si no cuando izquierda y derecha se ponen de acuerdo.
—¡Ya salió la pandemia, que tú
llamas tontemia, o lo que es peor la guerra de Ucrania!
—¿A nadie le extraña que los misiles
que se lanzan desde la zona del Donbás solo causen víctimas civiles, a ser
posible niños, y nunca alcancen objetivos militares? ¿A nadie le extraña que
los misiles de la OTAN jamás causen daños colaterales, solo
maten soldados rusos y bien rusos? Leed, leed a los periódicos serios, y veréis
que esto es rigurosamente cierto.
—Eso es por la precisión del
armamento norteamericano, cada vez más inteligente.
—En la guerra la primera víctima es
la verdad. Aquí se vetan las noticias de uno de los bandos y se nos vende como
verdad la propaganda del otro, el que nos han hecho aceptar como nuestro. Y el
rebaño traga sin siquiera un balido de duda. Si eso es pensar, amigo Cereijo,
que venga Descartes y lo vea.
Jueves,
18 de mayo
EL
RACISMO DE NUESTRA INFAMIA
“Nos ha tocado en suerte, me decía un
argentino ilustre y entusiasta, el mejor lote de la América meridional, y nos
hemos formado con el núcleo europeo más puro… sin indios casi, sin negros”.
Leo
estas palabras en el libro en el que Adolfo Posada cuenta su segundo viaje a Argentina.
Es un hombre de la Institución Libre de Enseñanza, un español ilustrado, pero
las recoge sin ningún comentario. Seguramente le parece también una suerte que
en Argentina no haya negros, que haya aniquilado a casi todos sus indígenas y
que la inmigración sea blanca y europea. Ahora ya nadie se vanagloriaría de
ello, pero seguro que muchos siguen pensado lo mismo que hace un siglo. Borges todavía
lo pensaba y no tenía inconveniente en decirlo.
Viernes,
19 de mayo
ALTO
AHÍ
—Con tu
afán de llevar la contraria, te estás pasando, Martín. Vas a acabar defendiendo
a Putin y a los terroristas, si es que no lo defiendes ya.
—¡Alto ahí! Yo no defiendo a los terroristas de
un lado ni a los del otro. Solo digo que si alguien afirma públicamente que
Bildu incluye terroristas en sus listas está acusando de un grave delito a
jueces y fiscales que permiten tal hecho y a la junta electoral que lo autoriza
y a la Constitución. Pero eso no es así. Cada partido incluye en sus listas a
los candidatos que cree convenientes y que no han sido privados de sus derechos
a elegir y ser elegidos. Una obviedad, que ya parece que acepta hasta Feijoo. Y
el que yo esté en contra del exigente Zelenski y del sumiso Borrell no quiere
decir que esté a favor de Putin. De lo que hacen los dos primeros me siento
responsable porque como ciudadano español participo en la financiación de su
barbarie. De la del otro, no.