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Después y todavía: Malos tiempos para la inteligencia

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Sábado, 10 de octubre
VIDA SEXUAL SANA
 

Como cada mañana, después de escribir durante más o menos una hora (eso es siempre lo primero que hago), abro el correo. De inmediato me llama la atención uno que lleva el siguiente asunto: “Tu dispositivo fue hackeado por hackers. ¡Lee el manual ahora!”. Me imagino que será publicidad de algún antivirus, pero no. Es de un hacker que me escribe para chantajearme. Y nunca vi un chantajista tan bien educado. Empieza con un “Hola” y termina con un “¡Mis mejores deseos!” entre exclamaciones. Me da dos días de plazo para transferir mil dólares a su cartera de bitcoin. Y muy amablemente me explica que si no sé cómo hacerlo escriba en Google “comprar bitcoin”. ¿Y qué me ocurrirá si no efectúo el pago? Pues que mandará por correo a todos mis contactos un vídeo que ha grabado en el que se muestra cómo “me satisfago a mí mismo” en el lado izquierdo de la pantalla y en el derecho el vídeo que estaba viendo.

            ¿Pero en qué mundo vive este educado y didáctico hacker? ¿No sabe que las autoridades sanitarias españolas proponen ese método como el único seguro para que el rebaño satisfaga sus necesidades eróticas? ¿Que la vida sexual sana, si no tienes pareja estable con la que convivas, según los mayorales que nos apalean y mal gobiernan ha de reducirse por imperativo legal a la masturbación?  Sonrío y me imagino ese vídeo porno-cochambroso –que no existe, que no puede existir: yo no utilizo el ordenador para tales menesteres-- llegando a todos mis contactos. A lo mejor piensan que es un corto de vanguardia y acaban galardonándolo en algún festival o me dan el premio Reina Sofía, como a Raúl Zurita, porque lo consideran una atrevida acción transpoética.

            Yo me río, pero como ese correo llegará a miles de destinatarios seguro que asusta a algún pobre hombre, de esos que ahora se ven obligados a utilizar Internet y nunca se vieron en otra, y hasta es posible que acabe pagando, si es que se aclara con el embrollo ese de los bitcoin. En fin, que aunque sea colectivo y me llegue azarosamente ya puedo presumir de haber sido víctima de un chantaje sexual. Y hacerme la ilusión de que tengo vida sexual.

Domingo, 11 de octubre
NO ME GUSTA PRESUMIR
 

“Voy contra mi interés al confesarlo”. Me paso la vida repitiendo ese verso de Bécquer porque no hago otra cosa que decir lo que me sería mejor callar. Pero ya se sabe, o por lo menos mis amigos lo saben bien, que soy un bocazas incapaz de guardar un secreto.

            No debería decir que para mí el trabajo intelectual no es propiamente trabajo. Y sé de sobra que es un trabajo como otro cualquiera, que debe ser remunerado adecuadamente. Pero no puedo evitar que yo solo considere trabajo al de los camareros, cajeros de supermercado, limpiadoras, albañiles, oficinistas que tienen que estar horas y horas pegados a una silla y a una pantalla. El trabajo creativo no es trabajo: escribir poemas, enseñar literatura, comentar novedades literarias en el periódico, dirigir una revista, revisar un clásico para una nueva edición, no puedo considerarlo trabajo, aunque a veces cobre por ello. Para mí no es trabajo aquello que haría igual, y dedicándole el mismo tiempo y esfuerzo, si no tuviera necesidad de ganarme la vida. Una beca –dinero público, del que se descuenta del sueldo de los verdaderos trabajadores-- para escribir un libro de poemas es algo que yo nunca aceptaría, no me parecería del todo decente. Pero hablo por mí, no quiero aplicar esta norma a los demás. Supongo que eso se debe a que de niño pude comprobar en mi familia cuál era el verdadero trabajo. Pero yo procuro no referirme a mis humildes orígenes. No me gusta presumir.

Lunes, 12 de octubre
OTRO VÍDEO

Me pregunta un amigo si he visto un vídeo que circula por ahí y en el que “destacadas personalidades de la vida española” gritan enfervorizadas “¡Viva el rey!”. No lo he visto, ni pienso verlo, pero como soy un poco morboso le pregunto qué poetas aparecen. “No muchos”, me responde. “Están los esperables: Luis Alberto de Cuenca, Andrés Trapiello. También tu admirado Enrique García-Máiquez y José Cereijo con cara de susto”. Sonrío. ¡El bueno de Cereijo! Un poeta que admiro desde hace ya treinta años, un amigo que quiero y una mente cuyo peculiar funcionamiento –los lectores de este blog tienen perseverante constancia de ello-- nunca deja de sorprenderme!

            La derecha española hace tiempo que se apoderó de la bandera rojigualda. La han convertido en un motivo de amenaza para buena parte de los españoles. Yo estoy en una terraza charlando con un amigo de esto y de aquello y, si de pronto veo que al lado se sienta alguien con la banderita en la mascarilla y en la esfera del reloj, bajo la voz y cuido mucho lo que me digo. Ya he tenido algún mal encontronazo: cerca de mi casa hay una residencia de militares jubilados --vivo junto al antiguo cuartel del Milán-- y en las cafeterías de mi calle hay que andarse con tiento. Ahora pretenden quedarse con el rey y él me da la impresión de que se deja querer. No le arriendo la ganancia, para decirlo con una expresión añeja.

Martes, 13 de octubre
LOS QUE VIVIMOS SOLOS

Los que vivimos solos, aparte de cada mañana en el espejo del cuarto de baño, ya únicamente podemos contemplar un rostro humano, y agradecer una sonrisa con otra sonrisa, en las cafeterías. ¿Por cuánto tiempo?

Miércoles, 14 de octubre
CAGADITAS DE MOSCA
 

He contado muchas veces que el primer libro que compré con mi dinero, juntando peseta a peseta, fue uno de la colección Austral, las Poesías completas de Antonio Machado, que todavía conservo. Envío hoy al editor la antología del poeta que he preparado estos días y siento que al hacerlo pago una deuda de gratitud. Pocos poetas me han acompañado tanto. Para preparar mi selección he leído, o releído, las principales ediciones del poeta, por lo general bastante mejorables, comenzando por las suyas propias. No me parece que fuera afortunada la decisión de incluir en las Poesía completas los últimos poemas, los del “Cancionero apócrifo”, acompañados de las reflexiones en prosa con que aparecieron en Revista de Occidente. Deberían haber aparecido esos textos en un volumen independiente y los poemas incorporados sin ellas a su poesía completa.

            Mi venerada edición de la Austral compruebo ahora que es un desastre. No respetó la edición de 1936, la última preparada por Machado, y fue incorporando poemas que él dejó fuera donde le vino bien. Y además se añadieron notas, y qué notas. Un ejemplo: “Algo importa” dice uno de los versos del poema “Meditaciones rurales” y a pie de página se nos indica que, en la primera edición se leía “mucho importa”. ¿Y para eso nos ha interrumpido usted la lectura, señor editor? Un editor, por cierto, que no sabemos quién es. En otra nota reproduce uno de los “Proverbios y cantares” que Machado publicó en la primera edición y del que luego, con muy buen criterio, eliminó: “En esta España de los pantalones / lleva la voz el macho; / mas si un negocio importa / lo resuelven las faldas a escobazos”.

            No son mejores buena parte de las ediciones universitarias, esas ediciones que llaman “críticas” o “científicas” (y que suelen estar financiadas con dinero público y servir para la promoción profesional de sus autores). En 1988, después de incontables ediciones, Manuel Alvar trató de poner un poco de orden en la más popular de las ediciones de Machado: llevó al final, con otra numeración, todos los poemas o borradores de poemas que quiso dejar fuera o que escribió después de 1936. Pero mantuvo todas esas notas sobre variantes desechadas, que son como cagaditas de mosca, y añadió otras que dificultan igualmente la lectura de los poemas. Tengo la sospecha de que buena parte de los profesionales de los estudios literarios, o de la enseñanza de la literatura, carecen de competencia literaria, ignoran cómo se lee un poema.

Jueves, 15 de octubre
LO QUE CREO QUE VALGO
 

Si he de hacer caso de mi experiencia, un escritor suele valer la mitad de lo que cree que vale y el doble de lo que sus amigos más cercanos piensan que vale. Claro que yo soy tan vanidoso que con valer la cuarta parte de lo que creo que valgo ya me conformaría.

Viernes, 16 de octubre
¿VIVA EL REY?

Siempre el buen tiempo –hoy luce un espléndido sol de otoño—acompañó a la entrega de los premios Príncipe, o Princesa, de Asturias, como si Graciano García, que plantó la semilla y la hizo crecer, tuviera poderes meteorológicos. Pero este año no alegrarán las calles de Oviedo las gaitas ni desfilarán las señoras con sus modelitos hacia el Campoamor. Será un día triste y yo, tan poco amigo de pompas y vanidades, tan cada día más republicano, lo siento especialmente por tres personas que admiro y aprecio: el entusiasta Graciano, que pone un toque de poesía en cuando hace; Teresa Sanjurjo, toda cordialidad e inteligencia, y también y a pesar de todo Felipe VI, siempre bienintencionado y esforzado, a quien le toca pagar culpas que no son del todo suyas.


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